Padre nuestro,
que estás en la alegría,
que vea cada día
santificado tu gozo.
Que venga Señor,
tu risa a nuestras caras,
que en cielo y tierra se haga
tu buen humor.
Y danos hoy
nuestra sonrisa cotidiana.
Perdónanos
porque nos cuesta contagiarla,
como nosotros perdonamos
caras largas,
y no nos dejes creer
que esta vida es amaraga
y líbranos del mal humor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario