Llueve, si. Me gusta cuando llueve. Salir y sentir esa frescura, la que te hace olvidar todo eso que te hace mal. Esas gotas de lluvia que se confunden con tus lágrimas, entonces nadie se da cuenta que estás mal, que estás cayendote a pedazos, lo cual es usual. El olor a la lluvia me hace acordar esos momentos donde quiero desaparecer, hacerme chiquitita y que nadie pueda criticarme, que nadie pueda decirme que hacer, que decir, que pensar. El ruido de la lluvia hace que nadie pueda escucharme gritar por dentro; que nadie pueda saber que estoy pensando, nadie lo adivina. La lluvia me hace olvidar, me hace poder llorar siendo libre, sin que nadie me diga que no llore, sin que nadie me diga nada, porque quiero llorar, quiero desquitarme y sacarme todo esto, que simplemente me hace mal.